miércoles, 23 de septiembre de 2015

lunes, 21 de septiembre de 2015

Un sueño en el que narra un caballero

Hacía ya mucho que tenía problemas con un hombre que vivía en la ciudad y era su propósito resolverlos. ¡Ah! Pero lo que le hubiera gustado que estos tiempos fueran otros, tiempos pasados y maravillosos, en los que las cosas se solucionaban con un apretón de manos en lugar de con un puño.
Pero después de todo, él era un caballero, y debía encontrar la forma de terminar con ese asunto noblemente, fueran los tiempos que fueran.

Y por supuesto lo logró.

Después de años de búsqueda encontró aquel objeto, el que era el más sagrado para su pueblo, y lo llevaba consigo a la ciudad.
Lo sagrado no soportaba ningún tipo de oscuridad, por lo que no podría ser mancillado con la negra violencia, y el hombre sabría respetar eso.
Sobre todo viviendo en aquella ciudad, la que existía para dar hospedaje a lo sagrado, que estaba organizada de tal manera que en ella no se proyectaba ni el más leve tono azul de la sombra de una sombra.

Estaba decidido, iría a tocar la puerta de ese hombre y ambos se darían la mano hasta que las ideas de los dos estuvieran puestas en su lugar- pensó.